Trigo y sorgo

Trigo y sorgo

El primero no tan beneficiado como el segundo

En la edición 47 de La Clotilde virtual realizamos una nota al director Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar, Roberto De Ruyver, quien nos adelantó que el fenómeno de la Niña o Año Neutro traería a una fuerte escasez de agua para este año 2020. Hoy, el campo argentino está atravesando este escenario.

La sequía y la mala condición en los cultivos en zonas claves llevaron a rebajar las estimaciones productivas de la 2020/21 de unos 22 millones de toneladas (MT), proyectadas al inicio, a un rango actual de 18 a 19 MT o, menos aún, según las circunstancias.

El mercado local se hizo eco de las complicaciones productivas y los precios de los cereales a futuro crecieron fuertemente en las últimas semanas. El contrato de Trigo Diciembre Rosario 2020 creció más de un 4% en la última semana. El favorecido en esta situación es el sorgo por tres razones: su precio está en alza y el cultivo necesita de poca agua para su desarrollo, no es transgénico; en consecuencia, no necesita de regulaciones complejas para exportarse, y por último, es muy consumido en China, país que tiene una gran importación.

Argentina competitiva:

Según los datos de la Bolsa de Cereales de Rosario, el Ministerio de Agricultura de Rusia informó que los agricultores de su país habían cosechado unos más de diecisiete millones de hectáreas (58,8% del total) al 17 de agosto 2020, con un rendimiento medio de 3.7% de toneladas/hectárea, por lo que ya estarían en condición de ingresar al mercado unas 63 MT. Las condiciones de las zonas más secas, donde se cultiva el trigo de invierno ruso, para las próximas semanas hacen esperar un buen avance de la cosecha.

El Trigo en la Unión Europea (UE) ronda las 135,5 MT. El Ministerio de Agricultura francés, otro gran competidor de Argentina de ese cereal, informó que al 13 de agosto, el 56% de los cultivos estaba en buenas o muy buenas condiciones, en comparación con el 75% durante el mismo período del año pasado, a pesar de su clima seco y caluroso del último mes.

Las cosechas de trigo en Canadá fueron incrementadas hasta las 34,6 millones de toneladas, ligeramente por encima de los 34 MT estimadas por el departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). En Australia,  en la campaña 2020/21, se estima que la cosecha llegará a las 25,9 MT. La región de Australia Occidental recibió precipitaciones generalizadas de 40-60 mm durante las últimas dos semanas, que permitieron reponer la humedad del suelo y reducir el riesgo de sequía.

 

Argentina seca:

Según la Bolsa de Cereales de Rosario, los cereales argentinos, en general, han sido y son los protagonistas comerciales dado que, no solo son el sub-rubro con mayor engrandecimiento de las exportaciones del primer semestre 2020, sino que aumentaron un 13,5% las cantidades exportadas mientras que los precios cayeron un 5,8%. Las semillas y frutos oleaginosos representan el 7,4% en las exportaciones semestrales, se destacaron al incrementar un 64,7% las cantidades enviadas al exterior, mientras que los precios subieron un 7,8%.

En el último congreso virtual de Maizar mostraron a China como un socio comercial muy necesario, pero exigente con su precio y calidad, quien no piensa solo en sus importaciones actuales, sino las compras a futuro. El panorama para la campaña de sorgo argentino en el país asiático es muy favorable, se estima que puede importar alrededor de 500.000 toneladas, pero las superficies sembradas en Argentina son mucho menores que las del trigo.

La cosecha de trigo en el 2020/21 se torna cada vez más preocupante por la fuerte sequía. La siembra en nuestro país estaría en un área cercana a las 6,5 millones de hectáreas, resignándose casi 500.000 hectáreas inicialmente destinadas al cultivo y, ahora, la lupa se posa en la comprometida situación en la que desarrollan estos sembrados.

 

La provincia de Córdoba, donde se cultiva más del 20% del trigo de Argentina, proyecta la situación más preocupante; el 96% de la zona no ha recibido precipitaciones en línea con lo normal desde principios de junio y ya se estima que muchas hectáreas trigueras puedan darse por perdidas, tanto por la sequía excepcional como por los grandes incendios sucedidos en agosto.

Este clima seco de junio y julio, también ha llevado al agotamiento de la humedad del suelo en Santa Fe. La provincia se encuentra con más del 42% de su superficie afectada por la fuerte sequía. La zona centro-sur es la más afectada por falta de agua que sigue sumando hectáreas y cuyos lotes pasan de buenos a regulares o malos.

Por su parte, Buenos Aires representa casi el 40% de la producción total de trigo de Argentina. La sequía la afectó en un 62 % de la provincia, pero las lluvias disipares sobre algunas regiones, favorecen las condiciones de humedad bastantes favorables, un contraste con el resto de la región pampeana.

Si bien la falta de precipitaciones favorecerá al crecimiento del cultivo del sorgo, que año a año crece, serán críticas en el futuro otros, como el caso del maíz y soja, muy importantes a la hora de generar competividad internacional, y, por ende, divisas para el Banco Central.

Sergio Silva Quinteiro

 

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